domingo, 25 de abril de 2010

Introducción a la Problemática Municipal Pampeana

El siguiente escrito tiene por objeto abrir el debate respecto de la naturaleza política y funciones de los municipios pampeanos.

Para comenzar a delinear el tema podríamos decir que, si bien los municipios son entes autónomos reconocidos por la legislación nacional y provincial, en la realidad cotidiana carecen de herramientas que garanticen y hagan efectiva su autonomía política.

Según consideramos ello es consecuencia de una secuencia de fenómenos y hechos políticos paralelos , a saber:

-Las sociedades se han vuelto más complejas y por ende la cantidad y calidad de las demandas se han diversificado. Esto hace que el volumen de reclamos a los que hace frente la institución municipal no coincida con las funciones de estructura burocrática-administrativa existente en la mayoría de los mismos.

-Producto de las políticas de desconcentración implementadas por el gobierno provincial y nacional existen conjuntamente con lo referido en el punto uno zonas grises dónde la determinación de la responsabilidad en el cumplimiento de la función se desdibuja y los ciudadanos y/o instituciones intermedias recurren a la institución política que tienen más cerca a fin de solucionar su problema, esto es: el municipio.

-Como corolario de los punto 1 y 2, los municipios pampeanos derivan recursos de rentas generales a fin de hacer frente a demandas y actividades que no le son propias por naturaleza pero que la población de las localidades ve como prioritarias (zonas grises).

-El punto 3 prueba que el superávit del estado provincial se sostiene sobre la base de la estructura deficitaria municipal que provoca el mantenimiento de las zonas grises.

-La situación del punto 2 hace que el redireccionamiento de los recursos destinado a afrontar cuestiones no propias municipales genera un déficit que termina complicando el sostenimiento de aquellas funciones que si son propias.

-El déficit existente mencionado en el punto 3 produce un desequilibrio presupuestario que los intendentes deben intentar paliar peticionando recursos ante la Secretaría de Asuntos Municipales.

-La Secretaría actúa como un organismo de distribución de recursos discrecional, puesto que normativamente el presupuesto que posee y los recursos que otorga no se rinden.

-Los intendentes que no compartan el mismo espacio político con la gobernación quedan relegados en la recepción de recursos y en la puja distributiva de los mismos.

-La necesidad de los intendentes opositores al gobierno provincial de poder cumplir con aquellas funciones que le son propias produce una subordinación política que afecta a la configuración y al comportamiento del sistema político pampeano.

Punto 1: Complejidad y diversidad de demandas

Los municipios hoy enfrentan situaciones cercanas a la implosión de demandas. Los ciudadanos ya no acuden al municipio a fin de meramente solicitar trabajo o el cumplimiento de algún servicio relacionado con el pago de tasas, sino que peticionan una serie de tareas o actividades a cubrir para las cuales el municipio no estaba usualmente preparado.

Ello hace que los gastos de los municipios se han incrementado exponencialmente no así sus recursos. Las estructuras nacionales y provinciales en algunos casos han dado cuenta de la diversidad de la problemática social elaborando programas específicos a raíz de los cuales bajan recursos destinados a paliar algunos flagelos, sin embargo la estructura municipal no se ha adaptado a estos cambios y debe salir a contratar personal especializado a fin de hacer frente a los problemas así como también a la presentación de proyectos que los entes superiores de gobierno exigen a fin de distribuir los recursos específicamente asignados.

Esto hace que, los municipios que menos recursos humanos tienen menos recursos económicos reciban. El esquema es así regresivo.

Punto 2 y 3: Zonas Grises: la responsabilidad desdibujada

La batería de los programas provinciales y nacionales a través de los cuales los municipios generan los recursos a fin de cumplir con funciones que le son impropias generan zonas grises.

A fin de este escrito llamaremos zonas grises a la zona de intersección gubernamental dónde se confunde la responsabilidad de competencias entre provincia y municipios. Si bien estas funciones son naturalmente competencia de las instancias superiores de gobierno, la responsabilidad por el incumplimiento de las mismas cae sobre la institución inferior, o sea el municipio.

Esta situación produce una sobrecarga de responsabilidades impropias y parte del déficit presupuestario que las instituciones municipales padecen.

Denominamos funciones propias a aquellas que están asignadas a partir del establecimiento de las tasas y todas aquellas destinadas a sostener las relaciones de buena vecindad establecidas en la ley orgánica de municipalidades.

Son funciones impropias aquellas que normativamente son área de competencia específica provincial pero que generan las zonas grises esbozadas ante la inacción del gobierno provincial con las consecuencias presupuestarias descriptas para los municipios.

Punto 4 y 5) El superávit en las cuentas de la provincia: cimientos del déficit municipal.

El año 2009 terminó poniendo a la provincia de La Pampa entre aquellas pocas que conservan el equilibrio fiscal y financiero, aún a pesar de la terrible sequía que azotó la región.

Sin embargo, nos animamos a decir que la gran mayoría de los municipios de la provincia tuvieron resultados negativos. Resultados que tratan de hacer frente peticionando recursos ante el gobierno provincial quien, incurriendo en las ya definidas zonas grises conserva el superávit en sus cuentas a expensas de los ajustes y sobreesfuerzos que obligan a realizar a los municipios.

Por otra parte y como ya hemos manifestado anteriormente, el esfuerzo al que es empujado el municipio a fin de dar respuestas en aquellas que denominamos funciones impropias, hace que las instituciones de gobierno local no puedan sostener una solvencia tranquila y real respecto de el pago de salarios a sus empleados y la contraprestación de aquellos servicios que corresponden por el cobro de las tasas.

Puntos 6, 7 y 8: La discrecionalidad en el manejo de recursos

El déficit generado en las instancias de gobierno municipal hace que los intendentes requieran de parte del presupuesto que maneja para distribuir la Secretaría de Asuntos Municipales de la Provincia. La misma maneja un total del 3% de la masa total coparticipable, porcentaje que se apoya en la ley 1060.

Como el porcentaje distribuido por este organismo no debe ser rendido por los municipios que lo reciben la masa de fondos disponible se distribuye a criterio del funcionario del área.

Se evidencia un trato profundamente desigual entre los municipios cuyos intendentes son oficialistas de aquellos que no lo son, por lo tanto la discrecionalidad en el manejo de recursos que son vitales para la salud de la cosa pública municipal se termina convirtiendo en un sistema perverso que mantiene a los intendentes subyugados a la voluntad del gobierno provincial.

Así: el déficit municipal generado por la existencia de zonas grises de las cuales debería encargarse presupuestariamente la provincia encierra a los intendentes en una lógica coactiva: se exceden en sus funciones cumpliendo con demandas que debería cumplir la provincia quedando así en una situación presupuestaría endeble que los pone a merced de la distribución de recursos que realiza la secretaría mencionada.

Punto 9: La característica del sistema: golpe a la calidad democrática del sistema político pampeano

Consideramos que luego de lo esgrimido la situación municipal actual y el sistema descripto de funciones propias e impropias y zonas grises generan un efecto de desdibujamiento de responsabilidades y de coacción de la oposición política en el sistema democrático pampeano.

Ello afecta no solo la calidad del sistema y reduce el grado de autonomía política municipal sino que también naturaliza peligrosamente en la sociedad el hecho de la coerción del diferente por parte del poderoso.

Es preciso revertir la situación puesto que si la oposición en el sistema democrático es doblegada o acallada el sistema pierde su esencia y el fundamento cualitativo que lo define como tal deja de existir.

Consideramos que la única forma de asegurar la voz opositora del sistema y de protegerla es a través de una modificación legislativa profunda que detenga el proceso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario